El deber más importante de mi vida es, para mí, el de simbolizar mi interioridad.

Friedrich Hebbel

Los símbolos, son puertas y son llaves hacia el conocimiento universal. Las culturas florecen, se enaltecen y declinan, pero sus símbolos prevalecen (y tal vez, las preceden). Dada su naturaleza arquetípica, los símbolos parecen surgir en el seno de las culturas, o viceversa, como semillas, los símbolos hacen surgir a las culturas.

En este seminario, nos sumergiremos en las profundidades de los símbolos que han fascinado a civilizaciones a lo largo de la historia y exploraremos la conexión intrínseca entre la geometría sagrada y la espiritualidad.

En el trasfondo de esta indagación se encuentra la inquietud por comprender la riqueza semántica de los símbolos que han persistido a lo largo de la historia humana. Estos elementos, cargados de significados, han permeado diversas civilizaciones, sirviendo como portadores de conocimiento, cosmovisión y espiritualidad. El seminario busca, por ende, analizar y contextualizar la función simbólica en diversas expresiones culturales y religiosas, promoviendo así una comprensión más profunda de su relevancia transversal.

En paralelo, exploraremos la inherente conexión entre geometría y espiritualidad. La geometría sagrada, en su esencia, constituye un vehículo conceptual que ha sido empleado en la representación simbólica de principios cósmicos y metafísicos. Al examinar las estructuras geométricas subyacentes en arquitectura sacra, arte religioso y patrones naturales, aspiramos a discernir los patrones simbólicos que han sido codificados en las formas geométricas fundamentales.

La exploración simbólica nos permite acercarnos, tanto a la comprensión, como a la producción e interpretación de fenómenos como el sueño, el arte, la religión, la magia, la identidad; y junto a ello, a las sectas, al secreto iniciático, a la historia. 

Los símbolos son vehículos en los que el alma cruza desde realidad fenomenológica hasta la espiritualidad trascendente y de regreso, formando frecuentemente alegorías retóricas.

Pero los símbolos que son declaraciones y preguntas, que son caminos especulativos y fundamentos, no pueden ser observados aisladamente, cada uno de ellos independientemente de las épocas y culturas de su advenimiento, son fragmentos de un rompecabezas, que sin duda alguna nos concierne como juego del parvulario humano en el que nos encontramos, pues la humanidad, aún infantil en lo que respecta a la exploración simbólica, mucho está por descubrir en lo que a esta materia se refiere, aunque no sea poco lo que haya descubierto hasta ahora.