Archivo Digital de las Artes | www.QueretaroVirtual.com |
|||||||
|
Crear un portal en la World Wide Web que en un principio y por sí mismo represente y signifique todas las implicaciones estéticas, sensibles, científicas e intelectuales de la “obra de arte”, en perpetuo movimiento, a través de la construcción enciclopédica de un acervo que girando en torno a las artes, las ciencias, las humanidades y la historia, se especialice en la recopilación de documentos facsimilares, textuales, fotográficos, audiográficos, videográficos y de realidad virtual, relacionados con el desarrollo de la cultura en el quehacer de México, a través de sus días. Principiando por las capitales de provincia del centro de la república, hasta ir cubriendo Sedes de digitalización en toda la República. Realizando una investigación que sucedáneamente nos lleve a una permanente digitalización de las obras de artistas plásticos, escritores, fotógrafos, arquitectos, músicos, actores y grupos escénicos, tanto los de nuestra cultura contemporánea como los de nuestra historia, en la medida de los registros existentes en colecciones particulares, institucionales o archivos históricos. De manera que este creciente cúmulo organizado, posibilite en primer lugar el conocimiento de los autores y las obras, su difusión, su participación en procesos de enseñanza y aprendizaje de las artes, las historia y la cultura, así como su consecuente preservación, tanto en el caso de los documentos históricos que sin encontrarse editados, ni digitalizados, resultan desconocidos para la mayoría y se encuentran en latente riesgo de perecer en manos del tiempo, como en el caso de los sucesos artísticos efímeros como las conferencias, lo recitales, las presentaciones de obra, etc., que lamentablemente no son preservados más allá de la memoria y una nota periodística. Esto hará posible que a la vuelta del tiempo y cada vez más con el paso de cada día, contemos con un acervo creciente de obras, documentos, sucesos y espacios digitalizados. Llegando el momento en que podamos visitar un museo, un centro cultural o un convento y conocer sus espacios, volver a escuchar los recitales poéticos y musicales que ahí se han presentado, así como cada una de las exposiciones itinerantes, sus colecciones permanentes (las públicas y las reservadas para la investigación), sus eventos escénicos, sus conferencias, su historia. Y por supuesto, conocer a los autores y obras de los Estados y Municipios de México, los de hoy y los del pasado, los que han sido públicos y los que se encuentran en archivos familiares, archivos históricos y conventuales.
Lo que conocemos de nuestra cultura es verdaderamente escaso, lo que se ha documentado o publicado contemporáneamente y a lo cual se tiene acceso es verdaderamente poco, comparado con lo que se encuentra detrás de las paredes de la historia y lo que día tras día se pierde en el tiempo, por la falta de costumbre que tenemos ante las capacidades de la memoria tecnológica.
Lo publicado y divulgado, lo accesible de nuestra cultura es a penas el 5 u 8 %, y es mucho menos si pensamos en la generalidad de mexicanos, que muchas veces no tienen acceso ni siquiera a una biblioteca decente y sin embargo poseen parte de nuestra cultura.
¿Qué? Los millones de documentos de los archivos históricos de los municipios y estados de México, que contienen las historias, crónicas e investigaciones de 500 años, la fotografía de México por más de 100 años, la literatura, la vida y costumbre de sociedad, la historia de la política, del comercio, la historia de las familias, etc. y que se encuentra pudriéndose día con día en la mayor parte de los casos y especialmente en el de los documentos más antiguos, por falta de preservación. Y aún la preservación física es insuficiente, ya que el papel, tarde o temprano se corrompe y se pierde.
La obra inédita de escritores, investigadores, filósofos, teólogos y clérigos, encerrada en las bibliotecas conventuales.
La obra inédita, en muchos casos original (de puño y letra), de escritores mexicanos y artistas contemporáneos, guardadas por sus familias y allegados, hasta que un día llegan al basurero, y son inéditas por siempre.
Los relatos, crónicas, diarios, fotografías, que constituyen la historia privada y genealógica de las familias mexicanas, que se ha acostumbrado recopilar por su miembros mayores, sin embargo, cada vez menos, y que es a fin de cuentas, la historia y la cultura del pueblo de México.
La obras artísticas, fotografías, objetos y mobiliario, que en muchas casas y colecciones particulares de México se encuentran, desconocidas para el mundo.
Los espacios arquitectónicos privados o lejanos, que por tales circunstancias resulta imposible o difícil, ser conocidos por la mayor parte de los mexicanos.
Por otro lado, los sucesos cotidianos y la cultura contemporánea, que tras una exposición o una presentación, se quedan remitidos a la nota periodística en el mejor de los casos…
Las conferencias de artistas, científicos e investigadores de diversas ramas, que, si algunas se audiograban, generalmente nunca se disponen en un catálogo organizado para volver a escúchalas.
Idem, en el caso de las manifestaciones musicales y conciertos.
Idem, en el caso de las manifestaciones y representaciones escénicas, que bien podían ser sistemáticamente videograbadas y dispuestas.
La obra fotográfica, pictórica, escultórica y plástica en general, que luego de ser expuesta en las galerías y museos, nunca vuelve a observarse; generalmente nunca se fotografía, registra y cataloga.
Finalmente la obra de artistas contemporáneos de la república mexicana, sin un catálogo general, que permita el registro sucedáneo de su producción y de su quehacer (plástica, literatura, música –partituras y ejecuciones-, dramaturgias, etc.)
|
w w w . l i b r o d e a r e n a . n e t | e-m@il |